Kleist nació en un campo de refugiados de Munich, Alemania, en 1950 y llegó a Montevideo cuatro años después. Asistió a cursos en la Escuela Nacional de Bellas Artes y participó de talleres en California, San Pablo y Buenos Aires. Realizó varias muestras en el país y en el exterior, obteniendo premios y reconocimientos, siempre dedicados a la temática judaica. Su última exposición tuvo lugar en la Universidad ORT Uruguay entre octubre y noviembre de 2008.
La obra de Jaime Kleist surge como homenaje a un tiempo de su familia y de su pueblo. Ésta es la vivencia del artista en forma en que ocupa un lugar en su mente. Su obra dibuja el espíritu judaico que mantiene viva la historia. Es emotiva en su forma y contenido. Pinta las emociones en un amplio espectro, desde la nostalgia a la ironía. Refleja la tradición, el humor, las melodías, los aromas, los sentimientos. Cada personaje evoca una historia que puede ser revelada desde la propia vida del observador.
Una historia que comienza frente a cada obra del artista.